El final del año 2022 ha supuesto un punto de inflexión para la actividad inmobiliaria. El cierre del ejercicio ha planteado una nueva situación, dejando atrás una serie de datos y conclusiones que condicionarán el próximo 2023, guiando el mercado inmobiliario hacia un nuevo panorama.
Los datos con los que concluyó el pasado año ha resultado ser de lo más positivos para el sector inmobiliario. Por una parte, se han producido alrededor de unas 600.000 transacciones inmobiliarias en términos de compraventa. Siendo este el mayor nivel de ventas registrado desde 2007, que representa un récord absoluto en venta de vivienda de segunda mano. De tal manera que esto ha disparado la demanda de empleo para llevar a cabo este tipo de transacciones. Según los datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el INE, este crecimiento de demanda de empleo derivó en 2022 en la creación de 167.000 nuevos puestos de trabajo para la incorporación de profesionales al sector inmobiliario. Esta es, por tanto, la mejor cifra registrada hasta la fecha en este sentido. Teniendo en cuenta experiencias y situaciones pasadas, la actividad inmobiliaria ha mostrado unos niveles de recuperación definitivos después de la crisis de 2008 provocada por el estallido la burbuja inmobiliaria.
No obstante, también es cierto que la actualidad sigue planteando retos para el sector, que continuamente se enfrenta a las pruebas que la economía pone en su camino. Esto no quiere decir que las agencias inmobiliarias se encuentren en una situación desfavorable o negativa, pues las previsiones y los datos apuntan hacia el lado opuesto.
El reciente boom inmobiliario que se ha producido durante 2022, tendrá como consecuencia una leve frenada en cuanto a venta de viviendas. A esto, hay que añadir el resto de factores socioeconómicos a los que el sector inmobiliario no es ajeno, como la inflación y la subida de los tipos de interés, cuestiones que inciden especialmente en su actividad, así como la crisis energética o la guerra en Ucrania. Según Ricardo Sousa, CEO de CENTURY21, "el nuevo rumbo de la política monetaria europea también va a tener un impacto directo en las personas que quieran comprar una vivienda y necesiten de una hipoteca, ya que, por un lado, los bancos van a ser más estrictos a la hora de analizar la capacidad financiera de los solicitantes de hipotecas para evitar la morosidad y, por otro, la subida de tipos encarecerá las cuotas mensuales". Por tanto, la presencia de la incertidumbre en el mercado será inevitable.
Sin embargo, lejos de ser una amenaza para el sector inmobiliario, la combinación de estos elementos en su conjunto, crea un cóctel perfecto de cara al futuro del sector, convirtiendo al 2023 en el año en el que se gestará una nueva etapa de crecimiento para la intermediación inmobiliaria. Aunque a priori puede parecer el precedente de una nueva crisis inmobiliaria, la moderación del sector ante este escenario de incertidumbre sienta las bases para un reajuste en los precios de la vivienda. Lo cual indica que el término del año dará paso a un nuevo ejercicio que se plantea bastante positivo para el mercado. Así pues, lo más recomendable para los profesionales del sector es ponerse en marcha y anticiparse a ello.
De modo que, el sector inmobiliario debe plantearse el 2023 como un año de trabajo previo para allanar el terreno y ampliar las posibilidades de abarcar el mayor número de oportunidades de negocio que se presentarán en 2024. A diferencia de lo que pueda parecer, este año reúne las condiciones ideales para abrir una franquicia en el negocio inmobiliario. Empezar un negocio inmobiliario en un año cuya actividad será moderada, como anticipo a un inminente crecimiento, con el respaldo de la franquicia supone una doble garantía de éxito en el sector.
De esta forma, se pueden aprovechar los beneficios que brinda franquiciar en el ámbito inmobiliario en este momento. Con lo cual, el franquiciado se puede centrar en la expansión del negocio atendiendo a las oportunidades que llegarán próximamente, sin tener que preocuparse por asuntos administrativos de gestión. Contando, además, con las ventajas que ofrecen las franquicias, tales como cartera de inmuebles, captación de clientes, marketing, optimización de procesos, formación y sobre todo una marca consolidada, junto con un modelo de negocio probado. “El auge del interés para la apertura de nuevas franquicias es muy buen síntoma para la economía, siendo el segmento inmobiliario uno de los más rentables para este modelo empresarial de bajo riesgo”, explica Emiliano Bermúdez, subdirector general de la franquicia donpiso.
El 2024 será un año de recuperación y, para aprovechar las oportunidades de negocio que traerá consigo, es necesario anticiparse. Teniendo en cuenta esto, hay una serie de conceptos que serán clave para el desarrollo de franquicias inmobiliarias de cara a eventos futuros en el sector:
Así pues, la red inmobiliaria Adaix, concluye que “en definitiva, las tendencias en el sector inmobiliario en 2023 girarán en torno a la tecnología, la sostenibilidad y la accesibilidad”. Por otra parte, según afirman desde Alfa Inmobiliaria “durante este año, continuarán incorporándose novedades tecnológicas que facilitarán el acceso informativo de las propiedades hacia clientes, y habrá una mayor conectividad entre cliente y asesor inmobiliario, información más ágil y amplia, que facilitarán las tomas de decisiones. En conjunto se espera un año de transición con menos operaciones, pero con fuerza para arrancar un 2024 a pleno rendimiento”.
En cuanto a sus previsiones de crecimiento en el sector, la enseña señala que “este año, Alfa Inmobiliaria tiene previsto un crecimiento entre el 8 y 10%, ya que, a pesar de la situación, sigue habiendo interés por emprender en el sector. Se continuarán incorporando nuevas tecnologías y acuerdos de colaboración para que los franquiciados puedan disponer de las mejores herramientas para poder desarrollar su actividad. La expansión también estima un crecimiento internacional, al estar en contacto con sendos mercados latinos”.
Por su parte, desde CENTURY21, señalan que "tras presentar recientemente nuestros resultados del último ejercicio, vamos a poner todo nuestro esfuerzo en seguir aumentado la facturación de 2023 hasta alcanzar los 30 M€. En término de oficinas, prevemos llegar a las 90 oficinas activas a lo largo del año, por lo que estamos trabajando en un plan de expansión para crear la mayor red de profesionales cualificados. Por ese motivo, ampliaremos hasta los 1.600 el número de colaboradores. De este modo, CENTURY21 dará un paso más a la hora de posicionarse como la mejor alternativa para emprender en el sector inmobiliario en España".
Por último, hay que señalar que estas vías de desarrollo son una oportunidad para posicionarse como negocios atractivos que atraigan a nuevos emprendedores y consolidarse como compañías capaces de superar y afrontar retos, adaptándose a las diferentes situaciones socioeconómicas.
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